Servicio
La iglesia «ha sido organizada para servir.» (La Educación, p. 242.4). Esta es una declaración básica de Elena G. de White acerca de la función de la iglesia en este mundo. La iglesia es una comunidad que sirve a los demás con amor y cariño. El servicio es importante porque es una expresión de la vida que Dios había pensado para nosotros. El servir a las personas es una manera de restaurar el sentido básico de la vida. A los jóvenes les gustaría ver que nuestra fe en Dios tiene algún impacto y que nuestras comunidades de fe marcan la diferencia en la sociedad. Están deseosos de involucrarse en proyectos de evangelismo y en actividades misioneras significativos para producir un impacto en las vidas de las personas. De ahí que a la gente joven no solo se le pida que se involucre en lo que se está haciendo, sino que además ayude en la creación y en la planificación de dichas actividades y proyectos en su iglesia local. Los jóvenes que sirven junto al resto de generaciones se sienten más identificados con su iglesia y con nuestra fe adventista. En general, siguen a Jesús con entusiasmo y tienen ganas de compartir su fe con sus amigos y con otras personas.
«Hemos tenido el mayor éxito, con creces, al invitar a las personas a que formen parte de nuestra vida en comunidad invitándoles a que sirvan a nuestro lado. De hecho, es prácticamente la única cosa en la que hemos trabajado de forma estable en lo que concierne a las actividades "oficiales" de la iglesia».