Liderazgo
Una iglesia estratégica y orientada a la consecución de objetivos no se limita a centrarse en los procesos administrativos. En su lugar, cumple con su misión de forma deliberada y se centra en la formación continua, el progreso y el crecimiento en todas las áreas. Tiene o desarrolla una visión y una misión para la comunidad local. En todo momento, busca involucrar a todos sus miembros —también a los jóvenes— en el desarrollo, el análisis y la evaluación de la visión y de los objetivos.
De forma constante, le recuerda a todos en la iglesia cuál es la visión. Además, incorpora a los jóvenes en las posiciones de liderazgo de la iglesia. Se sabe que una iglesia toma en serio a sus jóvenes cuando los integra en las posiciones de responsabilidad. El involucrar a los jóvenes en el liderazgo hace que sientan que forman parte del proyecto de la iglesia y por ende produce un cambio positivo que permitirá que ésta sea dinámica y orgánica.
Un liderazgo basado en valores también se centra en la inclusión activa y deliberada así como la evaluación de los valores iCOR en las actividades regulares de la iglesia.
Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Serán ellos los que administren justicia en todo tiempo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti. Eso te aligerará la carga, porque te ayudarán a llevarla. Si pones esto en práctica y Dios así te lo ordena, podrás aguantar; el pueblo, por su parte, se irá a casa satisfecho.