Capacitación

Mentoring

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Mentoring

Mentoring

Jesús fue un mentor para sus discípulos, del mismo modo que Moisés lo fue para Josué, y Bernabé para Pablo y Marcos.

Además de a sus padres, los jóvenes necesitan a adultos que sean modelos relevantes para sus vidas. Las iglesias iCOR no solo incentivan relaciones intergeneracionales informales, sino que además asignan mentores para que acompañen a los jóvenes en su crecimiento y desarrollo espiritual. La Encyclopedia of Formal Education [Enciclopedia de la Educación Reglada] expone: «La definición clásica del mentoring es la de un guía de más edad y con mayor experiencia que por un lado recibe la aceptación del joven y por otro lado le ayuda y le acompaña en su transición a la madurez mediante el binomio de apoyo y desafío. En este sentido, se trata de una relación de crecimiento en la que se inicia al joven en la edad adulta.» (Kate Philip, August 2000). Los mentores ayudan a los jóvenes a crecer espiritualmente y a enfrentarse a los retos y desafíos de la vida. Hay estudios que demuestran que es menos probable que los jóvenes que se relacionan y que conversan con adultos cariñosos se involucren en actividades de riesgo. Además, es más probable que los adolescentes que tienen buenas relaciones con los adultos sirvan a otros.

Por tanto, en la iglesia, los mentores pueden ayudar a niños, adolescentes y jóvenes, así como a nuevos miembros bautizados y a invitados, a crecer espiritualmente y a lidiar con los desafíos de la vida. Del mismo modo, los jóvenes pueden convertirse en mentores de personas mayores.

Poned en práctica lo que de mí habéis aprendido, recibido y oído, y lo que habéis visto en mí, y el Dios de paz estará con vosotros.

Filipenses 4:9 (NVI)