Cuidado y cariño
El cuidado y el cariño genuinos suplen la mayor parte de las necesidades básicas de las personas. Podemos crecer en confianza y abrir nuestros corazones cuando nos sentimos amados y aceptados. Las iglesias iCOR cuidan de las personas y proveen una comunidad de apoyo porque se han comprometido a amar como Cristo nos ama, y se involucran en el ministerio de restauración y reconciliación. Al verse enfrentados a tantos retos y necesidades de desarrollo durante la adolescencia, los jóvenes necesitan vivir en una comunidad de fe que les brinde amor, cariño y apoyo. A los jóvenes no les importa cuánto sabes hasta que sepan cuánto te importan.
Las iglesias iCOR actúan de forma deliberada al ofrecer su apoyo para el desarrollo de la fe de modo que los jóvenes puedan decir: «Esta es mi iglesia». El cariño y el cuidado genuinos tienen que ver con la oración intercesora pero también con propuestas prácticas de apoyo y de ayuda. Las iglesias iCOR son sensibles a las necesidades espirituales y también a las demás necesidades de los jóvenes y de cualquier otro miembro sencillamente porque les importa.
Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: «Seguidme».